Un hotel con dos fachadas para contentar a Stalin

Durante la Segunda Guerra Mundial, Joseph Stalin ordenó que se construyera un hotel en Moscú para albergar a los dignatarios de la Unión Soviética. Pero el líder soviético tenía una exigencia especial para este proyecto: el hotel debía tener dos fachadas, una de estilo occidental y otra de estilo oriental.

Un curioso edificio

El 15 de abril de 1935, la ciudad de Moscú vio el inicio de la construcción de uno de los edificios más curiosos que jamás se hayan construido. El Hotel Moskva, diseñado por el arquitecto Aleksandr Ivanovich Vladimirov, presentaba una fachada occidental y otra oriental. Esta última se diseñó específicamente para complacer al líder de la Unión Soviética, Joseph Stalin.

El Hotel Moskva se construyó en una colina en el centro de Moscú. La fachada occidental estaba destinada a los visitantes occidentales, mientras que la fachada oriental se diseñó pensando en el dictador soviético. Esta fachada estaba dominada por una gran estatua de Stalin montada sobre una columna de granito gris con una bandera roja ondeando sobre su cabeza. Dicha estatua se hizo para que Stalin pudiera mirar desde su oficina en el Kremlin hacia el hotel y sentirse orgulloso de su creación. El resto del edificio fue diseñado para impresionar a los visitantes occidentales.

La fachada occidental se caracterizaba por sus grandes ventanas de vidrio, sus columnas de piedra y mármol, y su impresionante lobby de más de 12 metros de largo. El interior del hotel estaba decorado con obras de arte soviéticas, como pinturas de Kliment Red’ko, y la sala de baile era la más grande de Moscú.

La llegada de la guerra

El hotel se inauguró en 1937, pero su gloria no duró mucho. Durante la Segunda Guerra Mundial, fue usado como hospital militar y fue gravemente dañado en la batalla de Moscú. Después de la guerra, el edificio fue restaurado y se convirtió en uno de los hoteles más lujosos de Moscú.

Hoy en día, el hotel sigue siendo una parada obligada para los turistas que visitan la ciudad. Aunque el edificio ha sufrido algunos cambios, la fachada oriental sigue siendo un gran homenaje a Stalin. La estatua aún se encuentra en su lugar y se ha convertido en un símbolo de la época soviética en la que el Hotel Moskva fue construido.

La arquitectura del hotel es una clara muestra de la política de Stalin de mezclar elementos occidentales y orientales. El hotel se ha convertido en un lugar de interés turístico popular y sigue siendo un lugar de encuentro para los dignatarios de todo el mundo. Si te ha parecido interesante este artículo, no dejes de compartirlo con tus amigos y contactos, seguro que a ellos también les gustará leerlo.